EL TROVADOR SINE GLOSSA
Por las calles estrechas de Asís
Va un caballero soñado, ensimismado
Ni las armas, ni las extravagancias
detienen su paso
Ligero, pero seguro, camina aquel trovador sine glossa.
Aquel cantante callejero
amante de las modas y príncipe de la
juventud
comerciante, amado y mimado, hijo
predilecto
Francesco di Pietro Bernadorne
Cómo te llamaré para alegrar tu corazón
Trigo, el penitente, el albañil, el
desconcertante, el loco, el místico…
Pero no, eres un simple hombre y
sencillo
simplemente un trovador sine glossa
Trovador que caminas con ímpetu alegre
en las
cruzadas de la pobreza y humildad
Estampa fina de labios luminosos y
abrazos abiertos
Trovador menor, hermano, fraterno y
compañero del caminante
Sí, hermano universal, trovador sine
glossa
que se olvidó de si incondicionalmente
amó sin reivindicar nada para sí
y
vivió el Evangelio escandalosamente
Sin fama ni apariencia
amante y cuidador de leprosos
predilecto constante de la soledad
buscador que se deja buscar y
despojándose de sí, el amado lo
encuentra
Tal fue tu nuevo nacimiento Francisco
que conquistaste fuerza, valentía y
gracia.
Aquel que te sedujo hizo su firme
morada en ti
y te convirtió en un evangelio
viviente, un evangelio hecho vida
Recuérdanos desde lo alto, divino
trovador nuestro
Míranos y enséñanos como una madre a
vivir el Evangelio como lo viviste tu
a la letra, a la letra, sine glossa.
Hna. Catalina Mª Inmaculada Ohp