domingo, 26 de marzo de 2017

EL CIEGO DE NACIMIENTO


JESÚS CURA EL CIEGO DE NACIMIENTO

¿Es éste el que pecó o son sus padres los que pecaron? Una pregunta que nos acerca del problema que podía contraer una enfermedad entre los miembros de la misma familia  y en la sociedad entera.

Es sorprendente la actitud de este ciego que nunca había visto jamas, más,  cree sin más al que le dice <<ve a lavarte a la piscina de Siloé>>

El ciego obedece sin más, no pide como tampoco no pregunta, se deja llevar,  se deja guiar...

¡No hay mayor alegría que reconocer la propia miseria y dejarse conducir por la misericordia través de ella!

Hermanos y hermanas todos y todas tenemos nuestra ceguera, aquella que no no deja caminar en la plena luz del día, que nos hace cojear por algún lado y Jesús hoy nos dice como a los fariseos, 
<<Si estuvierais ciegos, no tendríais pecado; pero como decís que veis, vuestro pecado persiste>>. ¡Esta es la más grande miseria humana! ¡Nuestra justificación!

El Evangelio es una luz que ilumina hasta lo mas oscuro de nuestra vida, en ella encontramos el verdadero camino, la vida, la plenitud. El Evangelio se hace Vida cuando aceptamos nuestra miseria y dejamos que Él, la Luz Verdadera nos guie. El Evangelio es Vida del hombre nuevo.

A pesar de nuestras pesares, limpiaremos las malezas que impiden a que el Señor nos alcance "nuestras justificaciones" Y Él rico en misericordia acercará nuestra miseria y nos juntará con el barro pero ¡ojo!, aquí está la GRAN prueba <<vete a lavarte a la piscina de siloé>>

¡Ojalá que no tengamos duda ante su envío, ojalá que no nos dé miedo de ser expulsados o vergüenza  por sernos distintos porque Jesús hoy nos dice <<Effetá>>

miércoles, 1 de marzo de 2017

EL TIEMPO GRACIOSO

EL TIEMPO GRACIOSO

La Iglesia, esposa de Cristo en su sabiduría, comenzando el tiempo cuaresmal toma conciencia de la llamada que nos hace Cristo a la continua conversión. Y, todos los que la formamos somos invitados a dejarnos sanar, purificar y santificar por Cristo, en este tiempo proclamado de <<gracia>>. Estaremos todos de acuerdo, que,  todo lo que hagamos en este tiempo de conversión si no es desde dentro, si no es desde nuestro corazón, no tendrá ningún sentido.  Hermanos el tiempo de Cuaresma, si no se vive desde el interior no nos servirá de nada. No vale el ayuno, ni la limosna ni cualquier otra cosa que queramos si no nos llevan al despojo interior, a dejar los apegos que no nos dejan caminar como hijos libres, a destruir muros que nos conducen a la cerrazón, si nuestro corazón endurecido por el pecado no se convierte en un camino que  se abra al amor y a la misericordia de Dios. Solamente a partir de la conversión interior e individual podremos caminar hacia adelante y llevar esta misma actitud de despojo hacia lo externo y lo comunitario.

No obstante, este tiempo cuaresmal nos lleva a revivir nuestro bautismo, en este tiempo Cristo nos vuelve a llamar como el pueblo de Israel a la fe, a la alianza. A través del desierto cuaresmal Cristo  nos llama a la vida. Nos vuelve a decir << eres mío, te he tatuado en la palma de mi mano>>. La escucha a su palabra y la oración asidua sin embargo serán imprescindibles no olvidando darles sentido  a través de la caridad. Es el tiempo de gracias, es el momento oportuno  de volver a decirle <<Señor, no soy digno/a de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme>>.
Pero, nos hemos parado o pensado alguna vez ¿Qué palabra es esta tan misteriosa? <<…una palabra tuya bastará para sanarme>> ¿qué palabra? Creo que el tiempo que nos ofrece la Iglesia, el itinerario cuaresmal es un momento de gracia, momento de descubrir esta palabra. Dios a cada instante de nuestra vida nos da su palabra, es cuestión de estarnos atentos a su palabra, a sus signos. El pueblo de Israel escuchaba esta palabra de los labios de Moisés y con voz potente el pueblo respondía, <<haremos la voluntad de Dios>>. Es el momento oportuno de espabilar nuestro oído porque cada día, Dios, nuestro Abbá,  nos ofrecerá su palabra.

Haremos un recorrido muy sintético a través de las cinco semanas de este tiempo cuaresmal:

·         MIÉRCOLES DE CENIZA

En el miércoles de ceniza, oiremos la llamada seria que nos ofrece el Señor, <<rasgad vuestros corazones…volved al Señor vuestro Dios>>. ¿Qué quiere decir? aquí no basta solo con  decir, un ayunito de no comer carne el viernes pero comeré un pescadito de los buenos, y unos cuantos de euros de limosna ya que los tengo. No, no, no; el Señor nos pide lo más difícil, ¡rasgad el corazón! Pero Señor por favor, ¿qué dices? Y él nos responde cariñosamente pero francamente <<hijo mío, no hay otro camino mejor que este, rasga tu corazón y vuelve al Señor>> Todos nos hemos desviado o nos desviamos del camino de la vida. Todos equivocamos el camino trazado por Cristo. Claro que si algunos, algunos hasta muy lejos y otros a la deriva pero la llamada es igual ¡rasgad el corazón! El tiempo de la cuaresma es un momento de vuelta a casa, momento de preguntarnos ¿quién pudo entrar en mi casa mientras estuve ausente? De esto se trata hermanos la cuaresma, limpia nuestro corazón, desnudarse delante de él para que él nos pueda bendecir de nuevo. Ceniza y polvo somos, pero Cristo nos ofrece un tiempo de gracia para la conversión. ¡No nos dejemos vencer por la insensibilidad, acudamos al verdadero amor!

·         JUEVES DE CENIZA

<< Mira pongo delante de ti vida y felicidad, muerte y desgracia>> del libro de Deuteronomio y en el Evangelio, Jesús  nos dirá por boca del Evangelista  Lucas << Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz de cada día y me siga…>> Todo está más claro que el agua, y Jesús nunca jamás dio vueltas ni anduvo a medias, << si quieres ser discípulo mío, tendrás que entrar en un camino de abnegación continua, de cada día y de cada instante>>. La opción de  seguir a Cristo es hermanos vivir condenado a muerte en este mundo. Esta muerte empieza interiormente, a todo lo que nos impide seguirle fielmente, porque si el grano de trigo no muere, entonces no tendrá fruto. Después de esta muerte interna estaremos muy dispuestos a abrazar el brazo transversal de la cruz por su causa y su justicia, por su amor y su misericordia. La cuaresma es tiempo de gracia, tiempo litúrgico que nos ayuda a desnudarnos delante de quien todo lo ve y todo lo sabe y decirle, << tantas veces te he negado, tantas veces me he desviado de tu camino tomando el mío propio, ayúdame a tomar la decisión de ratificarla, aceptar y a abrazar mi cruz de cada día con un si firme, ayúdame a no retroceder en el camino trazado por ti y que me lleva a la plenitud>>

·         VIERNES DE CENIZA

Las lecturas del viernes nos ponen cara a cara con las pregunta de dolor del Señor ¿para qué ayunar, si tú no te das cuenta? ¿Para qué mortificarnos, si tú no te enteras? (…) el ayuno que quiero es este:
1.       que abras las prisiones injustas
2.       que desates las correas del yugo
3.       que dejes libre a los oprimidos
4.       que acabes con todas las tiranías
5.       que compartas tu pan con el hambriento
6.       que albergues a los pobres sin techo
7.       que proporciones vestido al desnudo
8.       que no te desentiendas de tus semejantes
Solo después de esto << brillará tu luz como la aurora…>>. La condena que sufre el ayuno falso es seria ¡es estéril ante Dios! ¿Entonces para qué sirve? Todo lo que no nos lleve a la caridad hermanos no puede favorecer nuestro encuentro con Dios. Que nuestro tiempo de gracia nos a lleve a una renuncia que se convierta en más amor, mas justicia, mas misericordia…

·         SÁBADO DE CENIZA

Nos dice el Evangelista Lucas que Jesús ve a un publicano sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo <<sígueme>>, éste, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Hermanos todos somos pecadores como Leví el publicano, todos tenemos nuestro punto débil. Ante la exigencia del seguimiento podemos sentirnos incapaces de levantaros y seguir a Cristo, en nuestro charco de pecado, de suciedad…pero ¡qué bonito reconocerse llamado! Jesús no le asusta mi pecado, se acerca a cada uno de una manera especial, nos mira con cariño y nos dice <<ven, sígueme>>. Que hoy nos reconozcamos en este publicano, pero que también sintamos cómo el amor de Cristo y su entrañable misericordia nos llegan porque precisamente él, nuestro médico << no necesita a los sanos sino a los enfermos>>. Que la cuaresma nos lleve a reconocernos enfermos, necesitados de su curación y sanación pero hay que responder a la llamada con prontitud, Leví, se levantó dejó todo y lo siguió. Que este sea nuestro camino de retorno a nuestra casa, haya donde Cristo nos ha preparado la mesa para la gran fiesta.

·         PRIMER DOMINGO DE CUARESMA

Este primer domingo de cuaresma, nos encontramos ante la tentación de Jesús en el desierto después de ayunar cuarenta días con sus noches. Jesús ha sido fortalecido en su ayuno, ha vivido la oración y la palabra continua con el Padre y con esta fortaleza vence el mal, la tentación que le intenta desviar de su misión. Él no viene a mostrar su poder como Hijo de Dios, ni es un títere que busca reconocimiento ajeno, él se sabe muy bien quién es y su misión, ni tampoco  desconoce a quien debe adorar y a Él solo. No existe nada ni nadie a no ser por la omnipotencia de Dios, su Abba. Jesús supo hacer suya la voluntad del Padre. Al contrario del pueblo de Israel que tantas veces no aceptó ni la palabra ni el proyecto de Dios.
Pues bien hermanos, es momento de recordar muy vivamente nuestro bautismo, aquel sí que dijimos con una fe ardiente. Si vivimos desde el corazón nuestro desierto podremos vencer las tentaciones que se nos presenten en nuestro seguimiento. Que su palabra sea nuestro escudo y la oración nuestra espada para combatir el combate fielmente.

·         SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA

Abram, el padre de los creyentes, nos enseña esta salida pronta a la llamada de Dios << sal de tu tierra y de tu patria, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré>>. Hermanos Abram tenía 75 años. ¡Qué valentía! Se trata de abandonarse a  las manos de Dios y decirle, <<aquí estoy, maestro muéstrame el camino>>. También la transfiguración nos muestra esa filiación divina de Jesús con su padre, aquel que venía como cumplimiento de la ley y los profetas.  Todos hemos sido llamados a salir de nuestra patria, no solo de coger un vuelo o de subirse a un auto y desplazarse de un sitio a otro, que también, pero el corazón de cada hombre y mujer es un mundo completamente distinto y que muchas veces tiene las puertas cerradas al amor y al misericordia. Jesús nos convoca hoy a salir de nosotros mismos  para que Dios nos pueda bendecir, a salir de nuestro orgullo y dejar que Dios disponga de nuestra vida y de nuestro destino. Pidamos para que sea Cristo el que nos  transforme por dentro para que podamos irradiar a otros su luz.

·         TERCER DOMINGO DE CUARESMA

Nos encontramos con Jesús en Sicar al mediodía junto al pozo de Jacob conversando con la mujer samaritana. ¿Quién es este que mantiene una larga conversación con aquella mujer? ¿Una pecadora públicamente conocida? Esta mujer cautiva de hambre y sed aún sabiendo que los judíos y los samaritanos no se trataban, tiene valor de escuchar, de comunicar, de abrir su corazón de par en par a aquel peregrino junto al pozo. Oyendo las palabras e inquietada por la profunda necesidad de una agua viva que la vivifique aclama <<Señor dame esa agua, así no tendré más sed…>> Jesús ilumina su vida y en ella crece la fuerza misionera << ellos salieron y fueron al encuentro del Señor (…) y muchos creyeron por la fe de la samaritana>>

Hermanos y hermanas nuestra plenitud está en Cristo, sus palabras son aquella agua que salía de la  roca y que corría en el desierto por todos los lados que no se agota nunca. Que acudamos a Él con sincero corazón <<Señor mi alma tiene sed de ti>> para que su Espíritu Santo  nos sacie con esta agua viva. Con Él todo tenemos y sin Él nada tenemos.

·         CUARTO DOMINGO DE CUARESMA

Jesús va caminando y ve a un ciego de nacimiento. Es curioso, el enfermo no pide nada, no pide curación ni misericordia. Es Jesús quien lo mira y ante la pregunta de quién había sido culpable para que éste se quedara ciego, responde, <<no ha sido ni pecado suyo, ni de los padres>>, era esta la mentalidad en aquel entonces. Jesús lo ve, toma la iniciativa y lo cura, pero ojo, era en un día del Señor, el sábado.
Jesús no solo sabe hablar con su padre, de Él le brotan entrañas de misericordia y él se sale fuera de la ley que esclavizaba más que librar, cura aquel hombre para gloria de Dios.
Todos nacimos ciegos hermanos, todos llevamos en nuestras vasijas de barro una enfermedad grave que no nos deja desarrollarnos debidamente a la manera de Cristo. Tal vez no lo veamos, pero tenemos un maestro sabio y lleno de ternura que hace brillar sobre nosotros su sol. Miles y miles de milagros pasan por nuestras vidas día y noche, pero ¿cuántas veces hemos reconocido su amor iniciativa para con nosotros? ¿Cuántas veces hemos creído y hemos anunciado <<él me hizo y me hizo>>?  Hermanos y hermanas en nuestro bautismo fuimos liberados de las tinieblas a la luz de Cristo, que cada día vivamos pues la esperanza de un nuevo amanecer en nuestras vidas y que humildemente seamos capaces de testimoniar su amor, su entrega con nosotros y por nosotros.

·         QUINTO DOMINGO DE CUARESMA

<<Yo mismo, abriré vuestros sepulcros…pueblo mío, y sabréis que yo soy el Señor…>> Por boca de Ezequiel se anuncia la liberación de los Israelitas en Babilonia. Ante el desaliento encuentran la fortaleza y las palabras de aliento por Profeta Ezequiel. Estamos en Betania junto a Marta y María, hermanas del difunto lázaro su hermano y amigo del Señor. Jesús lleno de ternura no reprime las lágrimas, es el dolor de una amistad verdadera. Betania, “la casa pobre”, aun ante una pobreza significativa, Jesús devuelve la alegría y el gozo, Jesús trae la vida a esta familia <<Lázaro, sal fuera>>. Jesús pide que tengan fe y mirando al cielo da gracias al Padre que lo ha escuchado; Aquel cuya voluntad cumple siempre.
Por nuestro bautismo todos pasamos de la muerte a la vida. Pero, reconozcamos nuestra flaqueza que nos lleva a morirnos de nuevo cada día en la tibieza, en la ignorancia, en la dureza de corazón y pidámosle para que Él sea el protagonista. Que en cada tropiezo nos pueda llamar de nuevo con nuestros nombres para salir del sepulcro de nuestra fe debilitada. Que nunca se canse de lavar nuestra miseria con sus lágrimas. Para que cada día podamos escuchar solo una palabra suya y nos bastará.

FELIZ TIEMPO DE CONVERSIÓN, DE GRACIA HERMANOS Y HERMANAS EN CRISTO.