Una toma de conciencia es cómo tocar una campana.
Interrumpe el silencio y nos hace escuchar desde el fondo del corazón. Hoy
Cuarto domingo de Adviento tanto la primera lectura como el Evangelio de San Mateo nos aseguran el nombre del que dentro de poco va a nacer
<<Emmanuel>>. Oye, ¿nos hemos dado cuenta lo que significa esto?
¡Dios -con-nosotros!
Esto significa hermanos que Dios en persona viene a nuestra casa, vivirá con
nosotros, habitará junto a nosotros.
Dios a pesar de nuestra infidelidad viene a
nosotros. ¿Y a dónde nacerá? En una cueva, rodeado de unos pocos animalitos.
Allí en esa precariedad nacerá nuestro Rey Eterno. Vendrá por una muchachita
comprometida que ha querido con todo su corazón que su seno materno será el
primer sagrario, el primer tabernáculo de Cristo nuestro Salvador. El bendito
San José, hombre sencillo y humilde ante tan gran decepción, viendose arrebatado de la persona que por ella viviría con gran amor y entregaría su alma
y corazón, cree por un sueño en el que un ángel le anuncia que lleve consigo a
su esposa interrumpiendo así sus planes de repudiarla en secreto.
María y José, unos pobres que con todo Israel
esperaban al Mesías prometido. Estos confían y creen en las escrituras abriendo
así sus corazones y a su pobre morada al Hijo del Dios Altísimo. El Rey se
abaja en un pesebre y se enriquece a la humanidad entera.
¿Y a nosotros, qué nos pide la palabra de
Dios? Todos somos llamados a responder con fe al don recibido para gloria de
Dios. ¿Cómo? Cree en Dios que nos viene a través de un niño envuelto en pañales, acogiéndolo en nuestros corazones y dando a conocer este Amor que supera todo
amor humano.
Hermanos, Dios tendió su mano a María y a
José; y, a través de ellos nos la tendió a todos nosotros. ¿Nos echaremos atrás
o sacaremos nuestra mano vacía para que Él, el Rey todopoderoso nos la llene?
Una toma de conciencia nos puede salvar a la última hora, no te rindas ante la
fragilidad humana o ante la incertidumbre del misterio de Dios que se
manifiesta en un bebe, en la pequeñez, entre animales, en una cueva… porque
precisamente con este Dios nos llega la salvación.
Que Dios les bendiga hermanos paz y bien.
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